Eliminar la confusión que hay entorno al AOVE y acercar al consumidor el valor real de cada variedad son dos de las ideas claves que se expondrán en la mesa redonda ‘Cuenta, Cata y Conquista: Cómo comunicar la experiencia del virgen extra», que tendrá lugar el 27 de marzo a las 14.15 horas.  

Alexandra Kicenik, cofundadora de Extra Virgin Aliance y escritora internacional de aceite de oliva, profesora, consultora y juez en concurso afincada en California; Johnny Magde, organizador de tours entorno al aceite de oliva y crítico internacional de concursos, actualmente vive en Italia; y Malcolm Gilmour, importador, escritor de aceite de oliva y traductor en Oxford, nos adelantan las claves de su conferencia en esta entrevista. 

–  La gente lleva comercializando y hablando del aceite de oliva desde hace miles de años. ¿Por qué cree que “Cómo comunicar la experiencia del virgen extra” es un tema importante?

AKD: Antes de dedicarme al aceite de oliva, trabajé en medios de comunicación, así que la comunicación siempre ha sido una obsesión para mí. A lo largo de los años, he observado que el marketing y la formación sobre aceite de oliva a menudo se quedan estancados haciendo y diciendo lo mismo una y otra vez sin percatarse de si eso está siendo eficaz o no. Creo que el mundo del aceite de oliva necesita replantearse mucho sus presuposiciones y volverse más pertinente para los consumidores.

JM: Es importante porque, por ejemplo, algunos supermercados están empezando a proponer aceites de oliva modernos, no obstante, muy a menudo esas botellas no se venden. Esto se debe a que: 1. La gente compra el aceite de oliva más barato en la tienda más cercana y 2. Nunca han probado aceites de oliva buenos así que no conocen otra cosa. Mi experiencia me lleva a pensar que esto es lamentable porque la gente se está perdiendo sabores excepcionales, a la vez que productores estupendos no están vendiendo tanto como podrían.

MG: Estamos todos de acuerdo en que nunca habíamos tenido un producto tan bueno. La tecnología, los productores y los agricultores han contribuido a que se elaboren aceites de oliva que son mejores, más característicos y más diversos que nunca. Y aun así, parece como si el marketing y la comunicación del aceite de oliva no siguiesen el ritmo del cambio. El resultado, al menos en Reino Unido, es que estos aceites “modernos” todavía no han encontrado su mercado. Para cambiar esto, creo que tenemos que comunicar de forma diferente.

Vuestra presentación se centra en los mercados anglófonos, ¿observáis alguna gran oportunidad en el mercado estadounidense?

AKD: Hay muchas oportunidades, aunque una de las tendencias que considero más prometedora es el aumento de la cocina en casa, pero con un toque del siglo XXI. Este creciente interés en la cocina saludable en casa para gente ocupada utilizando ingredientes frescos, junto con comidas que se centran en el uso de hierbas y verduras y el hecho de abastecerse de manera ética son todo noticias excelentes y emocionantes para el aceite de oliva virgen extra.

P: Malcolm, ¿cuál es tu opinión sobre el potencial del mercado británico?

MG: El mercado británico cuenta con muchos elementos que se pueden capitalizar. Los consumidores ya están familiarizados con la alimentación y los platos de los países productores; categorías como el café, el vino, la cerveza y el queso han demostrado que hay un deseo de gastar más en productos diferenciados, no-genéricos; y el desarrollo de las dietas a base de verduras, así como la concienciación sobre temas de salud y su relación con una dieta equilibrada están en auge. El reto es lograr que los consumidores perciban el aceite de oliva virgen extra como algo más que un básico.

P: Johnny, ¿cómo describirías al estadounidense o británico medio que participa en tus “itinerarios de aceite de oliva”?

Se trata de gente que tiene curiosidad por los alimentos y por saber de dónde proceden, así que, en los olivares y almazaras, empiezan a entender cómo se elabora un buen aceite y cómo se hace un mal aceite. Y aunque casi siempre están bastante confundidos en cuanto a la terminología: virgen extra, presión en frío…, están abiertos a catar los aceites modernos que les propongo y se asombran de cómo estos pueden transformar la comida.

P: ¿Podéis ofrecernos un pequeño adelanto —o muestra— de algunos de los puntos clave de vuestra presentación?

JM: ¡Transparencia! Quiero eliminar la confusión masiva que rodea al aceite de oliva. Quiero que los nuevos aceites, que poseen sabores característicos y peculiares puedan percibirse de forma inconfundible, al igual que la merlot se diferencia de la pinot noir. Esto puede sin duda experimentarse al catarlo, pero podría, al menos, mencionarse en las etiquetas.

MG: Considero que la forma en la que comercializamos y comunicamos el aceite de oliva utilizando nociones obsoletas e imprecisas (“calidad, tradición”, etc.) sirve para mantenerlo como un producto básico y genérico. Creo que tenemos que empezar a hablar del aceite de oliva virgen extra moderno en términos que recalquen su intensidad y diversidad, así como su capacidad para evocar un sentido de pertenencia y transformar platos; y yo expondré algunas formas para lograrlo.

AKD: Un tema fundamental para mí es contar de forma eficaz la historia de la diversidad del aceite de oliva virgen extra en todos sus aspectos: numerosos estilos de aceite elaborados a partir de variedades de oliva diferentes, cultivadas en plantaciones de muchos tamaños en muchos lugares por toda clase de personas. Este discurso es muy importante para valorizar el producto: a todos nos rebaja un mercado del aceite de oliva que nos empuja hacia la homogeneidad y el bajo coste como camino del éxito. Éste es el principal objetivo de “Extra Virgin Alliance”: celebrar esta diversidad y alentar a los consumidores a valorar y buscar estos estupendos productos. ¡Estoy convencida de que esto genera el tipo de conexión y entusiasmo que hace de los consumidores nuestros mejores embajadores!

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